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El capitalismo no llegó a nosotros tal y como lo conocemos, igual que no seguirá siempre así, es posible que ni siquiera nos despidamos de esta vida viendo su última forma. El capitalismo evoluciona y se adapta a la sociedad a la que sirve. Las empresas y los mercados financieros buscan soluciones a las necesidades de los consumidores y si no son capaces de saber leerlos su integridad puede tambalearse.
Hemos llegado al siglo XXI con una «consumocracia´´ basada en dos aspectos: calidad y precio. Marta nos cuestionaba, ¿Qué es una compra inteligente? Y, certeramente, automáticamente se piensa en precio (Cuanto más me ahorre de su precio original, más listo soy yo) y calidad. (por muy barato que sea no me voy a gastar menos de X en algo en lo que depositar confianza)
Ahora el capitalismo, la consumocracia y los mercados financieros no pueden evadir la nueva tendencia ni el tercer factor: sostenibilidad (ética y medioambiental. Llegan a los puestos de trabajo las generaciones que han sido informadas y educadas en la preocupación por la sostenibilidad y por causas sociales como la exclusión y sí; es determinante para ellos como inversores, como consumidores y como trabajadores. Así que el capitalismo va a evolucionar una vez más, va a adaptarse y va a focalizarse en una nueva vertiente: el capitalismo social o humanitario.
Los datos más impactantes de este «On the Edge II´´ para mí ha sido el de que el 76% de la ciudadanía está dispuesta ya a pagar un poco más por un producto si es responsable social y medioambientalmente, que es fácil de decir y no tiene porque la sostenibilidad llevar un recargo en los productos, pero es muy significativo el hecho de que podríamos hacer un símil de este hecho como un aumento de calidad percibida, por la que se podría llegar a pagar más.
El otro está relacionado con que un 47% de los inversores están respondiendo a este cambio con el deseo de que sus inversiones contribuyan a la sostenibilidad y al cuidado del medio ambiente y la sociedad. Son tres breves líneas, pero el impacto que describen es trascendental.
Hablamos de que en el mercado en el que la rentabilidad es el objetivo primario y exclusivo, en el que se confía por la aspiración a aumentar únicamente el valor monetario ha virado. Ya se destinan más de 76 mil millones a inversiones verdes o sostenibles y es una tendencia al alza. Desde luego no se deja la rentabilidad a un lado, pero si están siendo escogidas frente a otras más rentables en la actualidad. En mi opinión es una gran noticia y diréis ¿Qué de todo? Pues precisamente todo es la respuesta.
Es una gran notica que la educación, concienciación e información que acompaño a mi generación haya dado sus frutos, es una gran noticia el que ahora las tendencias vayan a responder a estas inquietudes a nivel de consumidores y por efecto dominó, a nivel empresarial y financiero. Es una gran noticia que la responsabilidad social y medioambiental no sea un plus sino la base sobre la que empezar a negociar y, para finalizar, es una gran noticia que nuestro sistema financiero se haga eco de estas tendencias y nos respalde para dejar un mundo mejor a aquellas generaciones que tomen las riendas en el futuro.